jueves, 11 de febrero de 2010

EL HOMBRE LOBO: DETRÁS DE CÁMARAS. Por Erica Encarnación

Ambientada en la Inglaterra victoriana en el año 1890, llega a nosotros la inquietante historia del hombre lobo, que además tiene como trasfondo una historia de amor. El Hombre Lobo (The Wolfman) tiene como centro de inspiración a una cinta de este mismo personaje realizada en 1941. Esta producción cuenta con un interesante elenco encabezado por el ganador del oscar, Benicio del Toro, el no menos reconocido Anthony Hoppkins, Hugo Weaving y Emily Blunt.

La cinta se filmó en Inglaterra entre casonas construidas en el año 1500 muy bien conservadas y que sirvieron como escenarios. Aunque el departamento de diseño construyó entre 90 a 95 foros más que ayudaron a crear la historia de Lawrence Talbot, un aristócrata hijo de Sir John Talbot que retorna a su país, convencido por la prometida de su hermano, para unirse a la búsqueda de este tras su extraña desaparición.

A medida que este elegante caballero va uniendo las piezas de este sangriento rompecabezas, llega a sus oídos noticias de una terrible maldición que convierte a seres humanos en hombres lobos, cada noche de luna llena. Con la finalidad de terminar con esta matanza y proteger a la mujer de la que se ha enamorado, Talbot ingresa a los bosques, pero es atacado y mordido por una bestia, ahora este aristócrata descubrirá un aspecto primitivo de sí mismo que jamás imaginó.

El reto más importante de este film fue, sin duda, crear el aspecto y la transformación del hombre lobo, lo cual se logró combinando maquillaje físico y efectos especiales de una manera muy equilibrada. El director del proyecto Joe Johnston, convocó al experto diseñador de criaturas Rick Backer para que se encargue de la transformación de Benicio del Toro. Backer guisó mantener este maquillaje lo más parecido posible al creado por Jack Pierce en 1940 para el Hombre Lobo original.

El maquillaje estuvo conformado por prótesis de espuma de hule y látex, dentadura postiza, una peluca de cabello real y varias barbas, todas estas piezas fueron colocadas en el rostro del actor en un proceso que duraba solo tres horas, y como no se trató de una solo mascara el actor tuvo mucha libertad de expresión y movimiento.

Con respecto a su cuerpo se creó un traje con músculos articulados, que además fue cubierto con pelos de Yak, lana en trenzas y fibras vegetales. Y para incrementar la estatura del actor, el equipo de Baker creó extensiones para sus piernas usando la tecnología de miembros artificiales.

Perfeccionar el aullido de la bestia fue otro de los obstáculos de la producción. Después de intentar infructuosamente con imitadores de animales escogieron a un barítono con voz grave cuya voz resultó perfecta para el aullido. La mayoría del vestuario del reparto principal se cosió a mano y debido a la transformación y las escenas de acción, se hicieron hasta 20 copias de cada atuendo.

Un clásico del cine de horror ha vuelto para que nuevas generaciones tengan la oportunidad de disfrutar de un personaje mítico, el Hombre lobo esta de nuevo entre nosotros, cuídese de la luna llena.

No hay comentarios: